Vuelvo una semana más con el último juego que he podido analizar en mi Xbox Series X, cortesía de Square Enix y Bandai Namco. En esta ocasión os quiero hablar de CRISIS CORE: Final Fantasy VII – Reunion. Un juego que regresa desde su lanzamiento original en PSP, allá por 2007, con un lavado de cara y una buena colección de mejoras jugables para todas las plataformas. Sin más dilación, vamos a conocer lo que nos ofrece el regreso de Zack.
CRISIS CORE es una precuela del reconocido Final Fantasy VII de la primera PlayStation. En esta iteración de la historia, conocemos el origen de Cloud y su relación con Zack, el SOLDADO de primera clase que fue su amigo e inspiración. Lejos del combate por turnos, este juego trae un sistema de combate a tiempo real al estilo action rpg que recuerda poderosamente a Final Fantasy VII Remake, pero con detalles diferenciadores.
Acción y efectos especiales
Esquivar, golpear, bloquear y usar materias. Nuestro protagonista tiene un vistoso repertorio de movimientos posibles para desatar un sistema de combata llamativo y bastante divertido. Zack es un miembro de SOLDADO, y como tal posee una fuerza sobrehumana y acceso a equipamiento y materia de mano Shinra, la corporación energética basada en Mako. De esta forma, a los comandos básicos añadimos habilidades y magia. El HUD ofrece tres indicadores que reflejan la salud, los PM (Puntos de Magia) y los PH (Puntos de Habilidad). Cada materia equipada ofrece movimientos basados en los indicadores anteriores.

Asimismo, mediante la síntesis, es posible combinar materias, y objetos, para crear nuevas materias más poderosas. Pero no solo eso, pues las materias mejoran a medida que las llevamos equipadas. Por lo que no es lo mismo tratar de sintetizar con un Piro básico, que con un Piro maestrizado. El sistema, además, ofrece varias plantillas donde guardar nuestras combinaciones de materias favoritas para cambiar rápidamente cuando la situación lo tercie. Cabe destacar que cualquier cambio en el equipamiento solo se puede realizar fuera de combate.
Pero las materias no lo son todo, también podemos equipar accesorios que nos den efectos pasivos, así como utilizar objetos durante el combate para curarnos y recuperar indicadores. Y ahí no acaba la cosa, pues CRISIS CORE trae su propio sistema de límites e invocaciones bastante… único. Mediante un indicador de tres casillas en la parte superior izquierda (OMD), durante el combate se van combinando imágenes de forma aleatoria. Estas imágenes representan a los diferentes personajes con los que entablamos contacto durante la historia. Además de las invocaciones, que si bien son materias, no son equipables como en el Final Fantasy VII original.

Cuando las tres imágenes coinciden, podemos conseguir desde un efecto pasivo, como PM ilimitado o incluso invulnerabilidad, hasta la activación de un límite. Estos límites aparecen activables a placer una vez salen en la ruleta, y al usarlos inician una cinemáticas con un movimiento especial. Este sistema, por desgracia, resulta muy aleatorio y nos quita la ilusión de control sobre el combate. No podemos decidir llamar a Ifrit cuando nos apetezca, sino que debe salirnos en la ruleta. Si nuestra suerte es buena, podemos lanzar varios límites e invocar durante los enfrentamientos complicados. No obstante, nunca está claro qué nos deparará el azar.

Una buena mano de pintura
CRISIS CORE regresa con algo más que un remaster al uso. El apartado visual ha recibido un potente lavado de cara que trata de acercarse todo lo posible a Final Fantasy VII Remake. Las animaciones, por desgracia, siguen siendo las originales de PSP, lo cual me ha hecho pensar mucho en Kingdom Hearts Birth By Sleep, por la expresión corporal y movimientos en general. No obstante, todo el sistema de combate luce efectos y animaciones muy llamativas y cuidadas. Con todo esto es difícil ver en que lado del río se queda este juego, pues camina entre las aguas del remaster y el remake según en qué nos fijemos.

La banda sonora trae las magníficas composiciones de Takeharu Ishimoto. Aunque, curiosamente, las cinemáticas crean un curioso efecto debido al lavado de cara. Por un lado tenemos las cinemáticas con motor ingame. Estas se ven de escándalo y resultan más expresivas y disfrutables que nunca, puesto que, a día de hoy, no hay tanta diferencia entre cinemáticas y gráficos de juego. No obstante, el detalle llamativo viene en el uso de las escenas CGI originales de CRISIS CORE. Ya sabéis, las que lucían similares a Final Fantasy VII Advent Children. Estas escenas aguantan bien el tipo y se disfrutan, pero no crean el impacto que tenían en el juego original de PSP al compararlas con los gráficos del juego base.

El SOLDADO del pueblo
Como era de esperar, el costumbrismo y los slices of life son parte de las obras de Hajime Tabata. A parte de la campaña principal, también tenemos toda una colección de eventos secundarios y minijuegos. En CRISIS CORE podemos realizar pequeñas misiones para los habitantes de Midgar, y otros lugares, mientras exploramos. Todo este contenido secundario tiene recompensas y nos permite reforzar las posibilidades de nuestra OMD y desbloquear nuevos límites.

Por otra parte, desde las instalaciones de Shinra es posible acceder a misiones secundarias para subir de nivel y adquirir objetos varios. Esta colección de misiones ofrecen horas y horas de combates y exploración mientras vamos adquiriendo accesorios, materia y materiales varios. Aunque puede parecer un contenido de relleno, también es la única forma de desbloquear mejoras importantes para el personaje, así como acceder a invocaciones especiales y muy poderosas. Estas misiones se van desbloqueando según avanzamos en la historia y completamos las que ya tenemos.
Además de todo lo anterior, CRISIS CORE ofrece algunos minijuegos de apuestas, sentadillas, venta de flores y alguna que otra sorpresa. El juego nos puede durar desde diez horas, hasta las que queramos invertir en vivir su mundo y completar todo su contenido secundario. Aunque las misiones de Shinra tienden a volverse repetitivas y tediosas según se nos acumulan. Pero, por lo menos, nos permiten ver lugares que durante la campaña no visitamos.

La amistad como hilo conductor
Como habréis notado, desde el sistema de la OMD, hasta las misiones para conocer a otros personajes, el juego trabaja mucho el concepto de amistad y recuerdos. Zack empieza sus andanzas como SOLDADO de segunda clase. Por el camino conoce gente, pierde a otra y crece física y emocionalmente durante el viaje. Es fácil entra en la historia y sentirnos dentro de su mundo. No le podemos negar a Nomura que sabe construir personajes que expresen emociones. Sus personajes siempre resultan carismáticos, o entrañables, además de llevar cremalleras y mucho cuero negro.
El juego trabaja la historia a lo largo de varios años para mostrarnos el desarrollo del protagonista y del mundo a su alrededor. Esto nos permite ver a los jóvenes Cloud y Tifa, así como la influencia de Zack en el futuro de Cloud. Todos los que hemos jugado al Final Fantasy VII original conocemos la historia de Zack. A estas alturas, muchos ya habéis jugado CRISIS CORE de PSP, por lo que nada de esto viene de nuevas. No obstante, la historia sabe jugar adecuadamente con las emociones y las relaciones humanas para resultar memorable y dejar su poso al llegar a los créditos finales.

Conclusiones
CRISIS CORE: Final Fantasy VII – Reunion trae de vuelta un clásico de PSP con un más que buen lavado de cara. Este juego tiene un llamativo sistema de combate, aunque la OMD le quita brillo al empaque global. El mundo del juego está lleno de detalles, referencias y contenido secundario para invertir las horas que nos apetezcan explorando todos sus rincones. A veces menos es más, por lo que se siente sensación de relleno en las misiones secundarias que ofrece. No obstante, la propuesta trae una buena combinación entre slices of life y relaciones humanas, lo que nos lleva a disfrutar de cada momento con Zack.