
Hay segundas partes que no tienen nada que envidiar a sus antecesoras… Es el caso de Voice of Cards: The Forsaken Maiden.

Como siempre, esta reseña estará libre de spoilers, así quienes no hayan jugado todavía podrán valorar si darle esa oportunidad que en mi humilde opinión tanto merece.

El nuevo juego de esta joven saga nos llegó (¡anunciado casi por sorpresa!) el pasado 17 de febrero en Steam, Nintendo Switch (plataforma en la que lo hemos disfrutado en esta ocasión) y PlayStation 4, desarrollado por Alim y con Square Enix en la producción.
Una vez más tenemos a Yoko Taro trayéndonos una nueva historia como director creativo, junto al fiel Yosuke Saito a la producción, y dirigido también junto a Maasa Miura. De nuevo gozamos del trío de oro, ya que tenemos a Kimihiko Fujisaka y Keiichi Okabe a los lápices y a la batuta, respectivamente. Oliver Good y Shotaro Seo se unen al elenco que ha compuesto esta preciosa y maravillosa banda sonora, en la que por supuesto encontramos la angelical voz de Emi Evans, como no podía ser de otro modo.
Esta historia no comienza como una secuela directa, pues nos presenta una historia nueva, con un nuevo protagonista, llamado Berber, y una misteriosa chica que se cruza en su camino; Latys.
Este singular equipo se verá completado por el simpático Syro, que se embarcará con ellos en un viaje en busca de las Sacerdotisas con el fin de descubrir qué misterio entraña el encuentro de nuestros dos personajes principales.
Además de las misteriosas Sacerdotisas, a lo largo del periplo irán apareciendo distintos personajes secundarios que supondrán un punto de inflexión en la historia, así como que aportarán algo a nuestros personajes protagonistas simplemente con alguna frase o sencillo gesto.
Se nos van revelando muchas tramas que para nada son lo que en un inicio parecían, y la historia para nada se nos hace predecible ni aburrida; todo lo contrario, según avanzamos en el Good Luck, el barquito de Berber, vamos deseando voltear más de las cartas que constituyen los mapas de Voice of Cards para desentrañar todos los misterios que se nos van presentando.
Por supuesto, una vez más, nuestra «Voz de las Cartas» nos guiará en una partida de rol interactiva, donde nuestras decisiones y nuestra fortuna con los dados serán decisivas para avanzar en esta aventura.

Si Dragon Roars nos llegó al corazón, esta entrega no es una excepción, ya que no pasa mucho tiempo para que nos veamos inmersos en situaciones que nos rompen el corazón, ya que uno de los personajes principales y sus recuerdos consiguen hacernos sentir muy ligados a su búsqueda interna, que se entrelaza con la propia búsqueda de ciertas Reliquias…

El sistema de juego sigue siendo el mismo, pero con más dinamismo, ¡y más combos de personajes! Lo cual me parece todo un acierto, especialmente, los que se van desbloqueando según avanzamos, ya que son un reflejo de la unión progresiva de dos de los personajes.


Seguimos pudiendo navegar, pescar y desafiando a partidas de cartas, así como pudiendo acudir a las posadas (siempre de forma gratuita por misteriosas razones), a las tiendas y demás lugares donde adquirir armaduras, aunque esta vez nos encontramos a «compradoras errantes» que, si los dados están de nuestro lado, nos pagarán más por los objetos que les vendamos.
Pasamos a hablar sobre los personajes con más relevancia, que en este caso también cuentan con variaciones en cuanto a los diferentes nombres que recibieron según la región del mundo:
- Berber – Barren – バラン (Baran): El protagonista, nuestro «personaje en la partida de rol». Un joven viajero que se ve envuelto en una aventura como jamás pudo imaginar.

- Latys – Laty – ラティ(Rati): Una joven misteriosa que Berber encuentra. Su alma y su destino serán decisivos en este periplo.


- Syro – Lac – ラック (Rakku): Parece un muñequito de peluche, pero es mucho más… ¿Qué esconderá este peculiar aliado…?

- Filia, la Sacerdotisa Azul – Phila, the Azure Maiden – フィーラ (Fira): Una alegre jovencita cuya labor como Sacerdotisa es desempeñada con pasión.


- Hortensa – Hyd – ハイド (Haido): Esconder… Bien escogido….): El Sirviente de Filia, siempre atento a ella y resultando su contrapartida, ya que es bastante serio y recto.

- Salviel, la Sacerdotisa Roja – L’via, the Crimson Maiden – ルビア (Rubia): Un personaje empeñado en demostrar su valía tanto como Sacerdotisa como en la batalla.


- Gladio (mantiene su nombre en inglés) – グラジオ (Gurajio): El Sirviente de la Sacerdotisa Roja es un implacable guerrero con un nivel de exigencia enorme hacia ella.

- Azucena, la Sacerdotisa Blanca – Lanca the Ivory Maiden – ランカ (Ranka = Lanca): Una joven un tanto arrogante que cumple con su labor como Sacerdotisa, siendo el orgullo de su patria.


- Chrysa – Crym – クリム (Kurimu = Crym): La sufrida Sirviente de Azucena, quien la convierte en el blanco de sus quejas. Pese a todo, le es fiel y permanece a su lado.

- Noctulipa, la Sacerdotisa Negra – Queni the Onyx Maiden – クイーナ (Kuīna): Una apocada doncella consagrada a su labor que es mucho más de lo que aparenta cuando la encontramos…


- Escabios – Blight – ブライト (Buraito = Blight): Sirviente de Noctulipa y una cara que se nos hace conocida para aquellos que jugamos a la primera emtrega.

Además de los distintos nombres de ciudades, también tenemos uno muy curioso: la nave «Good Luck«, que en inglés recibe el nombre de «Bon Vent«.

Y un personaje curioso, que es el Master, la Voz de las cartas, en japonés es interpretado en esta entrega por el seiyuu (actor de doblaje) y cantante Sho Hayami, muy conocido por interpretar a personajes míticos de anime.

En mi línea de interconectar juegos, y más en el caso del Taroverse, encuentro una gran similitud en el tándem de Sacerdotisa y Sirviente con Drakengard 3, donde nos encontrábamos con las cuatro hermanas de la protagonista, Lady Zero, las cuales tenían a su disposición a cuatro caballeros a su servicio, como ocurre en The Forsaken Maiden.
Incluso hallo similitudes en algunas relaciones y aspecto físico de algunas de las «parejas», que por no entrar en spoilers, no mencionaré.



En el caso de Filia y Hortensa, el parecido que veo es con Lady Two y Cent, también de Drakengard 3. Además de que a ellas las representa el azul, la relación que tienen con sus Sirvientes, en la cual no profundizaré por no entrar en spoilers, pero imposible no compararlos.



De nuevo contamos con DLC, esta vez, de NieR: Automata, pudiendo vestir a Berber, Latys y Syro como 9S, 2B y Pod, respectivamente.

El resto de contenido cambia reverso de las cartas, tablero, avatar, mesa y banda sonora con temática de NieR: Automata, aunque también hay otros diseños alternativos para dados, mesa, tablero y reverso de las cartas.





También esta vez se han optado por el DLC de los diseños en píxel art para las cartas de los personajes principales..

En mi opinión, The Forsaken Maiden es más introspectivo que su hermano mayor; nos invita mucho a reflexionar y nos brinda claros mensajes que podemos aplicar a nuestra vida y relaciones. También nos enseña lecciones tales como ser cuidadosos con aquellos a quienes entregamos nuestra confianza…
Una gratísima sorpresa, aunque debo decir que ningún juego del Taroverse ha conseguido defraudarme, recomiendo muchísimo The Forsaken Maiden por todo lo que aporta, ya que, además de la carga sentimental, encontramos un juego muy disfrutable, de una duración aceptable, ya que no es muy largo, que nos brinda retos y con el humor peculiar al que Yoko Taro nos tiene acostumbrados. Puede jugarse sin haber jugado al anterior, pero no me cansaré nunca de recomendar jugar a una saga, porque siempre hay detalles que unen tramas y así no se pierden, y el giro final que toma esta entrega es un claro ejemplo de ello…
Llega un punto en la trama que es un no parar de revelaciones, que además se entrelazan con la primera entrega de la saga… ¡Si es que no os lo podéis perder!
