Impresiones Shin Megami Tensei III: Nocturne HD Remaster

_{Estas impresiones se han realizado gracias a un código para PS4 aportado por Koch Media.}

A estas alturas, por suerte, la mayoría de los aficionados a los RPG y de los jugadores habituales conocen ya la franquicia Persona. El éxito de Persona 5 a nivel mundial y la decisión clave de traducir su enorme cantidad de textos al castellano para su versión Royal han servido como impulso definitivo para que muchísima gente en nuestro país se haya lanzado de lleno a disfrutar de sus encantos. Ésto ha desembocado también en todo un fenómeno fan, es raro navegar por las redes sociales sin ver fan arts, cosplays o capturas y opiniones de los diferentes juegos de Persona. En un momento así, es evidente que Shin Megami Tensei III: Nocturne lo tiene todo de cara para que el público se interese por lo que puede ofrecer un título de la serie de la que surgió la idea.

El juego deja claras sus intenciones desde el principio. Empieza un día aparentemente normal en Tokio, pero todo va a cambiar muy pronto. Al dirigirnos al parque Yoyogi para ver a nuestros amigos,vemos que la zona está precintada por un supuesto conflicto entre sectas durante la noche anterior. Tras recibir una llamada, cambiamos el lugar de encuentro al hospital de Shinjuku. Un reportero experto en ocultismo que escucha nuestra conversación y nuestro nuevo destino nos advierte sobre el posible peligro de ir allí, al estar pasando cosas un tanto extrañas. Efectivamente, al llegar nos encontramos con una situación digna de cualquier juego de terror psicológico. Por mucho que exploremos las instalaciones, no podremos evitar la llegada de «La Concepción«. El mundo acaba ese mismo día, el mapa ha cambiado drásticamente descubriendo ante nosotros una ciudad de Tokio totalmente desestructurada y desconocida, todos los seres humanos parecen haber desaparecido a excepción de los que estaban en el hospital en ese mismo momento y al protagonista de la historia nos lo convierten en una especie de demonio, el Semioscuro. Los demonios además parecen campar ahora a sus anchas por donde quiera que vamos.

En las primeras horas de juego, iremos explorando el hospital intentando salir de él mientras descubrimos que algunos de los demonios que estamos combatiendo por el camino, están dispuestos a seguirnos y a ayudarnos en nuestra aventura. Aunque todavía no apreciamos la elevada dificultad de la que tiene fama el juego en estos primeros instantes, sí empezamos a notar ese exceso de batallas aleatorias que tan mal ha envejecido. Lo más grave de este asunto es que no hay apenas zonas de descanso. Las batallas aparecen ya estemos en alguno de los barrios de Tokio, en medio de una de las mazmorras o desplazándonos por el «mapa mundi» (consistente en un cursor azul que tenemos que ir desplazando hasta nuestro siguiente destino).

Por suerte, uno de los puntos fuertes del juego es precisamente su sistema de combates por turnos. El sistema, al que llaman «Press Turn», va a beneficiar al jugador cada vez que golpee el punto débil del rival o si nuestro ataque resulta ser crítico, otorgando un movimiento extra. Claro está, en el sentido contrario también aplica, por lo que si no utilizamos con cabeza nuestras acciones, se puede volver en nuestra contra. Con el objetivo de buscar estas debilidades, tendremos magias de diferente tipo, ya bien conocidas por los veteranos en la saga e incluso por los que vienen de Persona. Las habilidades físicas también serán parecidas, suponiendo un gasto de puntos de vida en lugar de puntos mágicos. La idea es localizar rápido el punto débil del rival y optimizar nuestro turno al máximo intentando golpear cuantas más veces mejor, ayudados por el grupo de demonios que nos acompañe.

Por supuesto para ayudar a que el equipo sea lo más variado posible y obtener habilidades de distinto tipo, el protagonista también tendrá su propia personalización. Más allá de poder distribuir los puntos que se obtienen al subir niveles entre sus estadísticas (podremos elegir si subirnos la fuerza, la vitalidad, la magia…), existen los llamados Magatamas. Para explicarlo, vienen a ser como una Clase que asignamos a nuestro personaje. Según la que asignemos, nos subirán unas u otras estadísticas y aprenderemos habilidades de distintos tipos. Por ejemplo, habrá una especializada en hielo, otra en subir/bajar estadísticas en combate…

Como comentaba antes, los demonios se podrán unir a nuestra aventura, y serán una ayuda indispensable para nuestro protagonista si quiere salir airoso. Construiremos nuestro equipo de 4 en base a los demonios de los que dispongamos. Lo ideal sería buscar un equipo equilibrado que pueda golpear tantas debilidades del rival que corresponda como sean posibles, tener a alguien que se encargue de subir nuestras estadísticas y bajar las del rival, alguno que pueda curarnos fácilmente…Los demonios irán subiendo de nivel y obteniendo nuevas habilidades con la experiencia que reciban en combate, pero pronto tendremos que renovar y ampliar este peculiar equipo, y para ello tendremos distintas opciones. Por un lado, durante las batallas podremos intentar conversar y seducir a los demonios, en vez de luchar contra ellos podemos buscar la manera de que se unan a nuestro grupo. Dependiendo de las opciones que elijamos en el proceso y de otra serie de factores (con mucha parte de aleatoriedad, no os vamos a mentir), conseguiremos al nuevo aliado o no. Habrá veces que incluso serán los propios demonios los que inicien la conversación. Por otra parte, tendremos la opción de fusionarlos para obtener un aliado con un mayor poder, muchas veces esta fusión será clave para ir avanzando en nuestra aventura.

Para los que vengan de Persona, que entiendo que seréis muchos, os serán familiares muchas de las cosas de las que he hablado hasta ahora. Los nombres de los hechizos, los demonios que aparecen, las negociaciones, fusiones, ese toque demoníaco/tétrico…Es cierto y evidente que coinciden muchas de las cosas, pero hay que advertir que es un juego muy distinto en muchos niveles. Dicho de otra manera, que te guste Persona no significa que sí o sí vayas a disfrutar de este Shin Megami Tensei, y viceversa.

Hay que tener claro que el juego de base, el que salió originalmente en PS2, nos parece un grandísimo RPG. Sin embargo, la versión remasterizada se queda algo corta, ya que el audio parece haber ido a peor (aunque la banda sonora sigue teniendo una calidad indudable) y las mejoras gráficas no aportan demasiado. A todos los efectos, incluso en algunas mecánicas, va a dar la sensación de que estamos jugando a algo de hace ya varios años. No han habido excesivos extras o mejoras, ni añadidos en la historia, siendo el principal quizás la inclusión del doblaje. A pesar de las críticas que han habido en este sentido, desde aquí creemos que el modo piadoso es de agradecer. Eso sí, su utilidad es la de disfrutar del argumento sin ninguna preocupación, ya que el juego se convierte en un verdadero paseo y no vamos a divertirnos con sus combates ni siquiera contra los jefes finales. Pasaremos por alto la mayoría de mecánicas que hacen grande a este juego si lo jugamos en este nuevo nivel de dificultad, pero al reducirse también el número de encuentros aleatorios cuando se activa (se puede cambiar casi en cualquier momento desde los ajustes) puede suponer un respiro para los menos pacientes o generaciones menos acostumbradas a invertir tanto tiempo en los combates.

Creemos que Shin Megami Tensei III Nocturne es un juego que merece mucho la pena, sus mecánicas y su sistema de combates, esa ambientación que lo hace tan único, diseños, banda sonora, la posibilidad de descubrir varios finales según las decisiones que tomemos…Si no pudisteis jugar al original, creemos que su compra es muy acertada en el caso de que te gusten los desafíos y, sobre todo, la paciencia sea una de tus virtudes. Mucho mayor es la motivación sabiendo que viene con los textos en castellano, cosa que agradecemos enormemente una vez más, permitiéndonos descubrir todos los secretos de su argumento sin dificultades y disfrutar al máximo de las conversaciones con los demonios. El trabajo de remasterización en sí es verdad que ha quedado algo pobre. Es un magnífico RPG pero que no es apto para cualquiera, su dificultad y, sobre todo, el abuso de batallas aleatorias podrá hacer desesperar a más de uno.