– …¡Está vivo!
– Eh, ¡espera!
Qué dolor de cabeza Dios mío. Todavía me pregunto a quién se le ocurriría tirarse de cabeza por el acantilado aquel del post anterior. Este viaje promete darme muchos dolores de cabeza. Por si fuera poco, alguien ha entrado pegando un portazo buscando a otro alguien. No alcanzo bien a ver desde aquí. Pero ya se oye algo…
– Ah, por la forma en la que has entrado pensaba que Meteo iba a estrellarse o algo así.

¿Meteo? ¿Qué es Meteo? Aunque la pregunta real debería ser dónde estoy. Esto parece una enfermería. Pero un poco…digamos…tropical. Todo es de madera y por la ventana se vislumbran palmeras. El sol pega muy fuerte y hace bastante humedad. Tengo las sábanas pegadas del sudor. Será mejor que pregunte.
– Enfermera, ¿me puede decir dónde estoy y cómo he llegado aquí?
– Estás en Mideel querido, al sur del sur y al norte del norte.
Se ve que explicarse no era su fuerte. ¿Cómo he llegado hasta aquí? Habré llegado atraído por el río hasta el mar, vete tú a saber.
– Te encontró un barco mercante y te trajo aquí. No tenían muchas medicinas así que tuvieron que dejarte en esta enfermería. No te preocupes, estás a salvo.
Pues menos mal.
– …¿Qué te ocurre Cloud?
A lo lejos veo de espaldas una silla de ruedas coronada por una peluca rubia a la que le cuesta mantener la cabeza erguida. El tío debajo de la peluca parece que gime. No se le entiende nada. Está como ido.
– Tiene intoxicación de Mako. Y siento decir esto, pero está muy grave…

Menudo follón. Sobredosis del Mako ese. No sé qué droga será pero se la ha tenido que beber a buche abierto porque sino no me explico que llegue a este punto. Luego le preguntaré a la enfermera, por mera curiosidad.
-…Es probable que no sepa ni quién es ni dónde se encuentra. Pobre chico, ni si quiera puede oirte, su mente está en otro lugar.
Pues vaya plan. El colega está más vegetal que una mandrágora. Así son las drogas. Bueno, yo mejor me echo un rato y cojo fuerzas porque ahora mismo me cuesta abrir los ojos sin que un rayo me parta la cabeza. Cada palo que aguante su vela y la mía está reventada….
…Es inútil, parece que no mejora.
¿Qué pasa ahora? ¡Vaya! parece que ha entrado alguien. El chaval de la silla de ruedas y la chica hablan con un señor más mayor. Menudo plan tienen estos d….
De repente todo empieza a temblar. ¿Un terremoto? ¿Qué está pasando? Será mejor que salga de aquí antes de que se me caiga el techo este encima.
– Ya…Ya viene.
El rubio ha hablado. Esto tiene muy mala pinta. Se supone que no debería hablar.
– ¡Tú! ¡El alto del fondo! ¿Nos echas una mano muchacho?

Se refiere a mí. No sé de qué se trata pero esta gente me ha ayudado mucho así que si es algo pequeño no me importa echarles una mano. Pequeño porque yo tampoco doy para mucho la verdad. Así que cojo mi espada, me la amarro a la espalda y salgo para afuera con este señor.
Fuera el suelo tiembla incluso más que dentro de la enfermería. Los colegas del tipo, una serie de elemenos inclasificable (aunque había una especie de vampiro bastante bad-ass la verdad…espera…¿he dicho vampiro?), esperan fuera mirando al cielo. ¿Qué mirais si el problema está en el suelo? Entonces miré y lo entendí.
Problema pequeño decía, qué ingenuo. Un ser oscuro y alado se dirigía directamente hacia el pueblo. Tenía dos alas muy grandes y pareciera tener el corazón a la vista, aunque no creo que sea el corazón exactamente. Menudo bicharraco. Cayó al suelo a plomo, destrozando toda la calle mientras yo pegaba un salto sin saber dónde con la única intención de quitarme de enmedio.

El costalazo es bueno pero puedo levantarme a tiempo para ver como el vampiro se transforma en una especie de frankenstein y se va directamente a asestarle un puñetazo a la bestia. El golpe hace que le bestia se revuelva y lo mande directamente al tejado de una casa atravesándolo. Menudo leñazo.
Cuando vuelvo la vista veo a una especie de lobo rojo tirándose a degüello corriendo por el lomo del monstruo en dirección a la cabeza mientras, en el suelo, un tipo con un bazooka en el brazo cargaba un ataque que tenía pinta de ser bastante poderoso. Sin embargo, la bestia se había zafado del lobo de un giro bastante rápido para ser el bicho tan grande así que el tipo del bazooka estaba aguantando el ataque hasta tener el tiro claro…a la especie de corazón, que por cierto también parece que estaba cargando un ataque, ataque que se vio interrumpido por un suriken clavado en el centro mismo de la bestia.
– Vale, allé vamos, no me voy a quedar mirando.
Era el momento perfecto puesto que el ser este enorme estaba dolorido así que me lancé tan rápido como pude y le clave la espada en la cola atravesándola, lo que hizo que la bestia quitase las manos de la especie de corazón. Esto hizo que el tipo del bazooka viese claro el blanco y lanzase un ataque que pasó como un rayo e impactó en todo el centro del mismo corazón.
La bestia cayó hacia atrás. Vale, se acabó. ha muert….ah, pues no. El bicho se levantó grácilmente de un salto y…huyó. Fue todo tan rápido que no me dio tiempo ni si quiera a sorprenderme. Ya está, se fue. Pues no sé qué les dan de comer a los animales por aquí pero tiene que ser mierda de la buena.
De repente el suelo empezó a temblar. Pero a temblar bien. Esto es un terremoto de los buenos.
– Esto es horrible, ¡menudo tembleque!
Tembleque dice el tío. En ese mismo instante, el suelo se abrió debajo de mis pies y cai. Y cai….
Continuará…