Nuestro viaje comienza con un sueño. La situación no es la mejor pero poder casarme con Jess significaría un punto de partida bastante importante en mi vida. Retomarla. Coger las riendas de nuevo y, quién sabe, lo mismo una luna de miel a la orilla del Lago Dunan (si es que tuviese alguna orilla) pueda hacerme olvidar todo esto. Toda la muerte y la miseria que vivo. No sé qué hago aquí, la verdad, pero es mejor que estar criando cerdos a las afueras de Green Hill.

– …Tienes razón, de todas formas quiero regresar a Kyaro con las primeras luces.
¿Quién se pone aquí en medio a hablar tan tranquilamente? Algunos queremos dormir.
– …Buenas noches…..
Bueno parece que van a dejar de dar la tabarra. Tabarra, qué palabra más rara. Suena como a tabarro que es un insecto volador que da bastante la tabarra. Lo mismo viene por esto…..
– ¡¡¡ATAQUE POR SORPRESA!!!
Esto seguro que lo estoy soñando. Pero que cierre la boca ya que no he dormido nada.
– ¡Vamos! ¡ Tenemos que irnos!
Abro medio ojo y me encuentro a mis compañeros poniéndose el uniforme de combate corriendo. ¿Pero qué es esto? Angustiado y desnortado, intento ponerme una bota a la pata coja, todavía con un ojo cerrado. De repente pierdo el equilibrio, noto un fuerte golpe en la cabeza y…
– …¡¡Tomen la senda de la montaña al este y sálvense!! ¡¡¡Apúrense!!!

La voz del capitán Rowd me perfora el cerebro mientras vocea a alguien fuera de la carpa, que por otra parte huele bastante a quemado. Abro los ojos y veo sangre. Menuda leche me he dado contra el baúl. La cabeza se me parte en dos del dolor. La falta de aire me obliga a pegar una fuerte bocanada de….¿humo? Me doy cuenta de lo que pasa. La tienda arde. O salgo corriendo de ahí o acabo asado como un cordero en Pascua. ¿Al este? Pues allé vamos.
Salgo como una escopeta, espada en mano y lo que veo es desolador. El campamento arde y los cuerpos se desparraman por el suelo. Corro como si no hubiese mañana, tengo que salir de aquí por Jess, por mi, por vivir. Nadie más se va a acordar de mí si muero. Menudo comienzo de viaje, ya podía haber empezado en Pueblo Paleta y que el profesor Oak me diese a elegir 3 pokemon así de tranquis tirado en una silla.
– ¡Oye, abre tus ojos! ¡No te me mueras!
– Ah….duele….mamita……
Los sollozos de los vivos contrastan con el silencio de los muertos. Un silencio que se oye, se palpa. La sangre empapa el camino como una alfombra roja, esta sin dientes. Una alfombra roja hasta mi salvación…digo yo.
– …El enemigo podría estar esperando en el bosque para emboscarnos. Regresemos.
¿Que regresemos? ¿¡Pero qué dices!?….Aunque pensándolo bien, no vi ningún enemigo en el campamento. Muerte sí, pero se ve ya hicieron todo lo que tenían que hacer allí. Me fio de este tío. Puede que tenga razón. Meterme en un bosque así sin más donde no se ve nada es meterte en la boca del lobo. He llegado asfixiado hasta aquí. A ver cómo vuelvo.
Tirando de fuerzas de flaqueza, con una brecha en la cabeza de no sé qué tamaño y con las piernas agarrotadas del frío, vuelvo sobre mis pasos. Veo a aquellos dos a la entrada del campamento agachados, escuchando a alguien hablar. Qué raro, qué hacen. Me acerco sigiloso…
– …la emboscada funcionó perfectamente.
Era el capitán Rowd. ¿Emboscada? ¿Cómo que emboscada? ¿Y a quién se dirige el capitán? Desde luego no es de los nuestros. Es más, diría que me suena.

– JAJAJAJAJA. Todos pobres víctimas de la traición del Estado, ¿eh?
¿Traición? Espera, ¿el capitán nos ha traicionado? Tengo que estar inconsciente todavía en el suelo de la tienda o algo, no puede ser. El capitán Rowd nos ha formado, nos ha liderado, nos ha entrenado, ¿y ahora nos traiciona? ¿Nos estaba cebando como a cerdiablos para lanzarnos a una matanza segura? No entiendo nada. Pero estos dos están muy tensos. Yo estoy descolocado.
– …la destreza en el manejo de la espada del Príncipe Luca es sin igual, mis hombres quedarían como tontos.
¿¡El príncipe Luca!? Pues parece que sí, que emosido traicionado. El príncipe de Highland, con quien se había firmado un tratado de paz, conspira con nuestro capitán para destrozarnos sin perder a un solo hombre. Muy inteligente y cruel a la vez. Yo me tengo que pirar de aquí. A ver si se va a acabar el Journey en el primer capítulo.
Estos dos parece que entran en razón y corren hacia el acantilado, al norte. Qué inteligente, un acantilado. En fin, de todos modos no hay más salida así que a ver si suena la flauta. Me uno a ellos, yo solo no me veo capaz de salir de aquí. Voy ligero, la espera escuchando me ha dado unos minutos clave para coger fuerzas, aunque las piernas casi no responden y la cabeza me va a estallar del dolor.
Por fin se ve el acantilado. ¿Bueno y ahora qué espabilados? ¿Qué hacemos?
– …Pero por qué el capitán….
– Ustedes nunca sabrán la respuesta a esa pregunta, morirán aquí, víctimas del ataque sorpresa del Estado. Su futuro termina aquí.
Una voz rotunda surge de mi cogote. La piel se me pone de gallina y el bello se me eriza. El capitán sube con varios soldados a darnos caza. Se ve que nos vio salir de alguna manera y nos ha seguido hasta aquí. Pues qué bien. Parece que The Mako Journey termina aquí. El acantilado por un lado, los soldados por otro. 10 capítulos dije que tendría. Me vine arriba antes de saber a qué me enfrentaba.

De repente, los soldados desenvainan sus armas y un espadazo se acerca peligrosamente a mi espalda. Uno de los dos muchachos lo detiene con un bastón y yo me muevo rápido para golpearle en la cara al soldado, sacar mi espada y clavársela en el cuello. La sangre emana y me salpica toda la cara. No sé qué está pasando. El mundo se nubla a mi alrededor. Tengo que salir de ahí. El instinto de supervivencia me apremia, es lo que tira de mi…
Otro espadazo, me agacho a tiempo y el sable corta el aire haciéndolo silbar. Tajo en los pies. El enemigo cae y desde el mismo suelo le asesto un espadazo en el pecho que se hunde a través de su uniforme a la altura de las costillas. Grita de dolor pero sigo en peligro. La sangre se desparrama por el suelo mientras se retuerce.
Pego un salto y miro a mi alrededor. Esos dos han acabado con el resto y el capitán huye camino abajo murmurando entre dientes. Parece que ganamos tiempo. Uno de los dos dibuja una equis en una roca. ¿Qué coño hace? ¿Qué es un conjuro para invocar un barco volador o algo?
Y saltan. Saltan al vacío. Y oigo voces a lo lejos. El capitán vuelve con refuezos. Estoy solo, la muerte es segura. Así que cojo carrerilla y pego un brinco con los ojos cerrados esperando que algo o alguien se apiade de mí al caer al río. Y…
Continuará….
PD: Capítulo dedicado a @makosedai. Inspiración.