Recientemente he estado jugando a un RPG indie llamado Bug Fables: The Everlasting Sapling (Bug Fables: El Retoño Eterno en español), desarrollado por Moonsprout Games y publicado por DANGEN Entertainment. El pasado 21 de noviembre de 2019 apareció por primera vez para PC y posteriormente fue lanzado en Switch el 28 de mayo del 2020, consola en la que me lo he comprado para jugar cómodamente desde el sofá.
Si estás buscando un RPG clásico, por turnos e inspirado en el primer y el segundo Paper Mario… ¡es tu juego! Y si por lo que sea, no has jugado a los primeros Paper Mario, aquí estamos para contarte de qué trata.
Suena interesante, ¿de qué va?
La historia se centra en tres bichos -Kabbu, un escarabajo; Vi, una abeja y Leif, une polilla- los cuales tendrán que buscar el brote perenne, un objeto del que se dice que quien come una de sus hojas le otorga inmortalidad. El juego se divide en siete capítulos que estarán llenos de puzles y combates contra diferentes enemigos, además de humor sin ton ni son. Sirviendo a la hormiga reina del Reino Hormiga, los tres protagonistas irán en busca de los artefactos antiguos que, se dice, permitirán encontrar el retoño eterno. Mientras avanzamos en la historia, iremos conociendo a todo tipo de insectos que necesitarán nuestra ayuda, desbloqueando misiones secundarias para hacer.
Lo más destacable y divertido de Bug Fables es la jugabilidad en combate (es en lo que más voy a explayarme). Para empezar, todos los enemigos se encuentran visibles en el campo, por lo que podremos esquivarlos… o buscar el encuentro, según nuestras necesidades en ese momento. También podremos atacarles para comenzar con ventaja, mientras que si te dan ellos el primer golpe, serán quienes la tengan.

Siendo por turnos, tendremos que pensar bien nuestro modus operandi para acabar cuanto antes con los enemigos con el menor daño posible. Se podrá elegir al comienzo de cada turno que nos toque quién de los tres personajes comenzará el ataque, siendo éste elegido el que más daño haga, dando un +1 en estrategia en los combates. Un ejemplo: si el enemigo es volador lo más sensato es que Vi, que posee un bumerán, comience el turno con un golpe que lo hará caer al suelo, sumándole un punto al daño extra. Cuando esté en el suelo, puedes cambiar a Kabbu como primer combatiente, ya que su fuerza será mayor y podrá golpear haciendo más daño. La posibilidad de protegerte de los ataques para perder menos vida nos hará esforzarnos en la concentración, ya que cada enemigo cuenta con distintos movimientos de ataque, haciendo que cada uno sea diferente.
Cada habilidad usada requerirá distinto manejo para que se ejecute correctamente haciendo el máximo daño posible: pulsar repetidamente un botón, alternar entre varios, sostener y soltar, seguir un patrón, etc. Otro elemento que añade un plus a los combates es el uso de medallas que pueden equiparse para añadir tanto mejoras extra como defensa contra veneno, más daño o más vida; como dificultades para que el juego sea un mayor reto. Todo esto y más, sumado al uso de objetos que iremos consiguiendo (o comprando) a lo largo de la aventura, darán nueva diversidad y estilo en cada pelea.
Los gráficos son simples pero coloridos, simulando una historia hecha en recortes de papel y dando un toque muy simpático a la aventura. Del mismo modo la banda sonora no llamará especialmente la atención, pero está bien escogida para cada momento. En cuanto a los idiomas, Bug Fables cuenta con varias traducciones entre las que se encuentra el español latino, pero está llena de erratas y faltas ortográficas, por lo que si eres sensible a ellas no te recomiendo jugar en este idioma.

Si tuviera que mencionar algo que me haya chirriando mientras jugaba es los límites de los elementos en los mapas (lo que se llama la colisión entre el protagonista y lo que te rodea al tocarlo) no están bien definidos, por lo que a veces nos costará saltar a algún lado o controlar bien las perspectivas al avanzar sobre troncos u hojas. Por lo demás, no he tenido más inconvenientes y realmente no supone un problema.
Para finalizar, algo notorio y que veo necesario destacar es el apoyo al colectivo LGTB+ mediante la inclusión de bichos trans, particularmente bichos no binarios. En ningún momento nos introducen a ello como algo fuera de la norma, siendo realmente positivo puesto que las personas trans no binarias existen. Yo he jugado en inglés y Leif, la polilla, se refiere constantemente como “we/they/them”, por lo que queda descartado tratarle tanto en femenino, como en masculino. El inglés cuenta -por suerte- con la inclusión de un género neutro, cosa de la que carece el castellano, aunque poco a poco se intente referir a estas personas con la terminación -e en las redes sociales.
Conclusión
No quiero repetirme como el ajo, pero es que el único motivo por el que compré Bug Fables: The Everlasting Sapling ha sido el parecido a los primeros Paper Mario. Así que si sabes de lo que hablo, te recomiendo totalmente este jueguito. Si por el contrario acabas de conocerlo por mi artículo, ¡es tu oportunidad de probar un divertido juego!
Os dejo el tráiler, para terminaros de convencer.