Tras un finde intenso de juego en el que hemos podido dedicar unas 10 horas a Lost Soul Aside, hemos querido escribir estas impresiones para que sepáis lo que nos está pareciendo, viendo también la diversidad de opiniones que hemos podido leer desde el lanzamiento del juego el pasado viernes 29 de agosto.
Y lo primero que voy a adelantar es que Lost Soul Aside es un buen juego. Nos consigue mantener entretenidos, nos lo pasamos bien con él, y eso al fin y al cabo es lo más importante. Pero vamos a entrar en detalle.

En el año 2016, un desarrollador chino llamado Yang Bing mostró un tráiler hecho por él solito que sorprendió por lo bien que lucía, recordando a juegos como Final Fantasy o Devil May Cry. Con el tiempo, el proyecto fue creciendo gracias al apoyo de Sony y la creación del estudio UltiZero Games. Un proyecto personal que sorprendió al mundo y terminó convirtiéndose en uno de los juegos chinos más esperados de los últimos tiempos.
La historia de Lost Soul Aside tiene como protagonista a Kazer, un joven que tras una serie de acontecimientos termina obteniendo los poderes de una misteriosa criatura (un «nihilo») que parece de otro mundo, llamado Arena. A lo largo del viaje, Kazer se ve envuelto en un conflicto que mezcla recuerdos del pasado, secretos sobre la guerra contra los nihilos y el destino del mundo, mientras desarrolla una relación peculiar con esa entidad que lo acompaña. Su objetivo es localizar el origen del regreso de estos seres, mientras que encuentra el alma perdida de su hermana, absorbida también por uno de ellos.

Lo principal a destacar es su sistema de combate. El juego se hace divertido gracias a sus frenéticos y trepidantes combates llenos de acción. En especial, las luchas contra jefes nos dejan escenas y momentos muy épicos y pondrán a prueba nuestras habilidades. Mientras avancemos en la historia, Kazer tendrá acceso a diferentes armas que podremos cambiar en cualquier momento (y personalizar) y que añadirán habilidades y ataques distintos a nuestro repertorio. Cuando nos hemos terminado de acostumbrar a un arma, llega una nueva para que estemos siempre activos y mejorando cada batalla.
Habilidades que, además, podremos ir mejorando y adquiriendo para cada arma según vayamos avanzando en el juego. De esta manera, nuestro protagonista será cada vez más versátil y tendrá acceso a más movimientos y mejoras que le ayuden en su importante misión.

En cuanto al combate en sí mismo, el juego casi se aleja de su componente RPG para dar paso a un juego de acción pura o más bien hack ‘n slash. Tendremos bloqueos perfectos, esquivas perfectas con contraataque, ataques y habilidades de distintos tipos, y movimientos que requerirán de toda nuestra concentración o de pulsar un botón en un momento justo para alguna mejora o ataque extra. En cada lugar que exploremos, además de algún puzzle e incluso algún pequeño elemento de plataformeo, los combates serán el principal aliciente y es por eso que es un apartado tan importante y que, por suerte, cumple bastante bien ofreciendo un sistema divertido y exigente que sabrá agradar a los amantes de los combates dinámicos.
Sin ser un experto en este tipo de sistemas tan orientados a la acción, he encontrado algunos momentos en los que me ha resultado complicado avanzar. Algún jefe en concreto o algún momento algo más incómodo que han requerido de más de un reintento que además me ha obligado a mejorar en las mecánicas de combate y a profundizar en las mismas.

Otro punto a destacar es el apartado artístico en general. Las ideas y artes conceptuales del juego tienen un nivel muy alto, quizás donde más se nota es en los escenarios. El viaje de Kaser lo lleva a través de mundos variados, con entornos que combinan lo tecnológico, entornos de estilo alienígena y estructuras antiguas en ruinas. Estos paisajes sin duda refuerzan la narrativa y la puesta en escena, mezclando fantasía y tecnología en escenarios vibrantes, hostiles y artísticamente muy bonitos.
La mezcla de esos divertidos combates en unos bonitos escenarios se redondea con una banda sonora de muy alto nivel. Sonidos que encajan a la perfección con lo que quiere transmitir el juego en cada momento, y que, para redondear, cuentan con la voz de Amanda Achen (Final Fantasy XIV y XVI) para su tema principal.
Sin embargo, no podemos negar que a nivel técnico se ha quedado por debajo de lo que esperábamos de él. Al final, la mayoría de sus fallos vienen en este sentido y quizás la razón es una falta de presupuesto o de experiencia en el equipo de desarrollo. Algunas secuencias y animaciones se quedan algo pobres, sobre todo se nota en expresiones faciales que son prácticamente nulas y nos impiden cogerle demasiado cariño a los personajes, en especial al protagonista. Diseños bastante currados se ven opacados por este tipo de detalles. Los controles o movimientos del protagonista y la cámara pueden ser un poco bruscos y molestar en algunas zonas y a nivel general nos da la sensación de que es un apartado que falta pulir.

En cuanto a lo que esperamos de él como RPG, he encontrado en estas primeras horas poca exploración y mucha mazmorra en las que el camino viene marcado de forma sencilla y no da lugar a demasiados caminos alternativos. Parece que no encontraremos tampoco misiones secundarias de interés y quizás es lo que hace que se quede algo vacío o que no se explote del todo ese mundo que propone. En general, es una progresión bastante lineal en la que no estamos viendo muchas alternativas.
Como conclusión tras estas horas de intenso vicio, estamos ante un juego que es capaz de entretenernos y hacernos disfrutar, pero que es menos de lo que esperábamos. Sus principales problemas vienen por la parte técnica, quizás debida a una falta de presupuesto y de haber dado prioridad a otros aspectos. Tiene mérito lo mucho que quiere abarcar, parte de una premisa muy buena y quiere ganarnos por su apartado artístico que puede recordarnos a ciertos Final Fantasy, es divertido, entretenido y lo más importante: dispone de una demo para que lo podáis probar por vosotros mismos de forma gratuita y decidir si es para vosotros o no. Nosotros lo estamos disfrutando y con eso nos quedamos.