Análisis de The Outer Worlds 2 – Vuelve el capitalismo espacial

Cuando Obsidian Entertainment lanzó The Outer Worlds en 2019, muchos lo vieron como un heredero espiritual de Fallout: New Vegas. Con su mezcla de sátira corporativa, rol clásico y exploración espacial que, infelizmente, no alcanzó las expectativas para convertirse en un clásico de los RPGs modernos. Ahora, con The Outer Worlds 2, el estudio californiano promete una secuela más ambiciosa, con una visión más clara y más atención a la narrativa. Si hay una cosa que está clara, es que la pasión de los desarrolladores se puede notar a lo largo de la galaxia.

Mundos Nuevos, Mismos Problemas

Desde el principio, The Outer Worlds 2 deja claro que no es una continuación directa. Nos encontramos en un nuevo sistema solar, Helicon, con nuevos personajes y problemas. El reinicio narrativo es más que bienvenido, el mundo del primer Outer Worlds tenía su encanto, pero reutilizarlo no ofrecería las mismas posibilidades creativas para un nuevo proyecto. Eso sí, el tono y la crítica al capitalismo espacial permanecen intactos. El protagonista vuelve a ser un personaje creado desde cero por el jugador, una tradición recurrente en el género, tras un incidente en el prólogo nos despertamos de un largo criosueño y somos lanzados a este nuevo mundo gobernado por corporaciones que tratan a sus empleados como herramientas descartables.

La narrativa conserva ese humor ácido que funcionaba muy bien en el original, con diálogos llenos de sarcasmo, burocracia absurda y un sistema político en ruinas disfrazado de eficiencia corporativa. Sin embargo, esto rápidamente se convirtió en una herramienta repetitiva y cuyos remates no siempre encajaban. Siento que este humor funcionó mejor en el original y que su repetido uso le ha quitado el encanto y la fuerza que antes tenía. En The Outer Worlds 2 hay, por supuesto, más temas que se intentan desarrollar, como la identidad, la manipulación mediática y el control narrativo. La autocritica y metahumor también están presentes en su narrativa, burlándose, por ejemplo, de las secuelas innecesarias y de su propria industria. Aunque no puedo evitar pensar que esta “auto-burla” hace más daño que bien.

Primero Disparamos, Luego Preguntamos

En el gameplay es donde encontré un mayor avance, The Outer Worlds 2 se mantiene fiel a las raíces del rol occidental clásico, ofreciendo la posibilidad de desarrollar nuestro personaje a nuestro gusto de una forma coherente y ordenada, siempre tuve claro desde el principio como quería que fuera mi personaje, alguien que evite el enfrentamiento y con un talento para las palabras y el hackeo. Nunca he sentido que estuviera equivocándome a la hora de evolucionar mi personaje, tenía todas las herramientas para crear lo que buscaba y las mecánicas eran muy fáciles de entender.

Aparte de mejorar nuestros talentos como la persuasión o el hackeo, también vamos desbloqueando ventajas, mejoras pasivas que le otorgan una especialidad a nuestro protagonista, estas habilidades están conectadas con nuestros talentos, un personaje con alta persuasión podrá desbloquear la capacidad de sobornar a un agente de la ley para que haga la vista gorda o quizás tu personaje sea un musculitos y el simple hecho de lanzar una granada contra un enemigo ya lo deje inconsciente debido al potente lanzamiento.

Me lo pasé muy bien evolucionando las capacidades de mi personaje y algo que también me gustó fue que el daño de las armas evolucionara junto a nosotros, cada vez que subimos de nivel también hacemos más daño con nuestras armas y eso hizo que no tuviera que buscar mejores versiones de las armas que ya llevaba encima y que me gustaban usar.

La Telaraña Corporal

A lo largo del juego, las decisiones que tomamos no solo cambian la narrativa y nuestra reputación con las distintas facciones, sino nuestra experiencia en general. Por ejemplo, un jugador que constantemente manipula a otros mediante el diálogo puede desarrollar el rasgo “Pragmático”, lo que altera futuras interacciones, teniendo una mayor tasa de éxito y desbloquea opciones únicas, pero sufriendo más daño contra humanos.

Este tipo de mecánicas aportan una sensación única a cada partida, aunque debo decir que por la mayor parte nunca me pareció que valiese la pena sufrir con las desventajas que aportan estos rasgos, la recompensa no era lo suficientemente buena, sobre todo en una experiencia donde las consecuencias son realmente palpables.

Y no solo a nivel de historia, sino también en cómo el mundo reacciona ante nosotros. Las facciones ya no son simples marcadores de moralidad o recompensas: son organismos vivos con sus propias luchas internas, alianzas y traiciones. Ser amigo de la corporativa puede traer grandes recompensas en forma de nuevo equipamiento o descuentos en las tiendas. O puedes caer en su lista negra y tener que sufrir ataques de sus soldados.

Explorando El Nuevo Oeste Espacial

Uno de los puntos más criticados del primer juego fue su limitada escala. Aunque sus mundos eran visualmente atractivos, se sentían fragmentados y pequeños. Para The Outer Worlds 2 contamos con mapas mucho más amplios y diversos, con una clara inspiración en títulos como Mass Effect. Y aunque es cierto que el juego se ve impresionante, con las tecnologías modernas cada vez es más fácil conseguir estos resultados y unos gráficos realistas ya no ofrecen el mismo nivel de sorpresa o admiración.

Su nivel artístico es precioso y a ratos sus mundos incluso me han recordado a niveles de la saga Borderlands por la manera como usan el color y el aspecto de las armas, además de los diferentes enemigos monstruosos que vamos encontrando. No hay una gran variedad de enemigos y el combate se puede hacer repetitivo si atacas todo lo que se mueve, pero yo he disfrutado de tratar de ser lo mas sigiloso posible e infiltrarme en las guaridas de los enemigos, aprendiendo sus patrones y usando herramientas para llegar a mis objetivos. La posibilidad de realizar cada misión a tu gusto es algo que agradezco y explorar todos los caminos me resultaba muy satisfactorio.

Cada planeta se siente lo suficientemente único y la exploración es uno de mis puntos favoritos de esta experiencia, los entornos están llenos de detalles narrativos que invitan a explorar (y también a robar). Los mapas son realmente grandes y el estudio ha apostado por un diseño que no obliga al jugador a pasar por incontables pantallas de carga, las cuales han sido reducidas drásticamente, también cabe mencionar que el juego funciona muy bien a nivel técnico, no he encontrado muchos problemas en mi partida, quitando algún que otro bug divertido, no me encontré con crasheos, stuttering o bajadas de fotogramas en mis 30 horas de partida.

Combate y Compañeros Nostálgicos

El combate, que en el primer juego resultaba funcional, pero algo rígido, ha recibido una revisión completa. El sistema de disparos ahora es más fluido, disparar se siente bien y las armas presentan una variedad impresionante, tanto en diseño como en comportamiento. Vuelven los clásicos rifles de plasma y los cañones de choque, pero se suman armas experimentales que aprovechan la física del entorno o la manipulación temporal. Me sentí muy aliviado de poder llevar encima todo lo que quisiera, la falta de un límite de inventario hizo que pudiera cumplir mis sueños de cleptómano y robar todo material que tuviera a mi disposición, eso sí, cuidado que no te pillen.

Además, el sistema de compañeros ha sido expandido. Ahora los aliados no solo aportan habilidades pasivas o el típico comentario sarcástico, también tienen árboles de talentos propios, misiones personales más profundas y, lo más interesante, conflictos éticos con las decisiones del jugador. En ciertos momentos, un compañero puede llegar a abandonar la tripulación si considera que las acciones del protagonista contradicen sus principios. Este tipo de comportamiento y jugabilidad me recordó mucho a como funciona el sistema de compañeros en la saga Mass Effect, la única diferencia es que aquí no vamos a tener mucha suerte románticamente, ya que no puedes tener una relación amorosa con ningún personaje.

Los compañeros son personajes con premisas interesantes, como una abuela con francotirador que está harta de los socialistas o un amable robot médico que suelta comentarios sarcásticos con un tono encantador, pero nunca he sentido especial interés en sus conflictos personales, es cierto que son bastante útiles en batalla y que me han salvado de un apuro en más de una ocasión, simplemente me hubiera gustado ver algo nuevo y original o más divertido, como un humano con cabeza de perro, por poner un ejemplo.

¿Quieres Ser Tu Propio Jefe Del Espacio?

Donde The Outer Worlds 2 tiene más problemas es en su escritura. El principio de la narrativa sufre de lentitud y una formula repetitiva que hemos visto en muchos RPGs a lo largo de los años, su humor flaquea constantemente y la crítica social cansa enseguida. Los personajes son caricaturas y exageraciones de clichés que ya conocemos, los malos son claramente malos y los buenos son perfectamente buenos. El camino que toma la narrativa es completamente predecible y sabes lo que eres capaz de conseguir cuando construyes a tu personaje como alguien persuasivo, no hay desenlaces más interesantes y eso hace que la rejugalabilidad sufra por ello. Solo hay realmente 2 o 3 maneras de afrontar una situación: de forma violenta, neutral o pacífica.

La moralidad de los personajes nunca toma un rumbo inesperado y sabia exactamente lo que esperarme de cada uno desde el primer instante. Esto nos lleva a que las decisiones realmente no sean difíciles de elegir, sino que debemos encontrar los requisitos específicos para desbloquear el mejor desenlace. Y encontrarlos no es precisamente fácil, algunos incluso estarán bloqueados por un “muro” que solo puede ser cruzado con la ayuda de una habilidad o ventaja que quizás no puedas conseguir a menos que hayas estado evolucionando a tu personaje de esa manera específica, lo cual resultó bastante frustrante cuando no fui capaz de encontrar un determinado documento que estaba tras una pared secreto, una pared que solo puedes abrir si has mejorado un determinado rasgo, y que guarda la única manera de resolver el conflicto de forma pacífica.

Atrapados En El Pasado Futuro

La banda sonora, compuesta nuevamente por Justin E. Bell, logra un equilibrio perfecto entre lo épico y lo melancólico. Las melodías orquestales se usan para combinar el estilo de la época de los años 50 y lo épico del espacio estelar.

Los efectos de sonido y las actuaciones de voz son sobresalientes, con interpretaciones que realzan el tono irónico de los diálogos. Los detalles del sonido en las armas, los enemigos y el mundo realza la experiencia para darle el toque profesional que se merece y que se espera de una gran producción triple A.

Los elementos de calidad de vida sin duda mejoran la experiencia, como tener los cuerpos de los enemigos marcados en el mini mapa para que no te olvides de tomar sus posesiones o una mecánica de fabricación muy fácil de usar e intuitiva. Pero me hubiera gustado ver más minijuegos como en Skyrim con las ganzúas o los hackeos en Fallout y aunque la narrativa tome un tiempo en arrancar, las últimas misiones fueron más disfrutables y empecé a sentirme más interesado en los personajes y sus inevitables desenlaces.

Conclusión: Una Secuela Que No Se Atreve

The Outer Worlds 2 fue una agradable experiencia con varios defectos, el gran nivel técnico detrás de este equipo es indudable, pero infelizmente nunca llegan a salir de su zona de confort y eso lleva a que tengamos un producto que ya se han visto repetidas veces en el pasado.

Su narrativa, personajes, jugabilidad y estructura es una que funciona correctamente y cumple con su función, y aunque el principio sea lento, una vez la historia y su mundo arranca, es difícil no verse interesado en seguir la trama y sus participantes, las misiones secundarias también son muy disfrutables y el humor funcionaba mejor en esos momentos.

Si The Outer Worlds 2 fuera un sabor de helado, sería la vainilla, eso no quiere decir que la vainilla no guste o que no sea un buen sabor, pero quizás quieras algo diferente y no lo mismo de siempre.

Si eres fan del género y te gustó The Outer Worlds, entonces seguramente encuentres una aventura digna de explorar y consumir en su secuela, con su humor ingenioso y mundos coloridos.

The Outer Worlds 2 está disponible en Windows PC, PlayStation 5, Xbox Series X/S y Gamepass

Deja un comentario