LISA: Definitive Edition reúne dos clásicos únicos del rol en desplazamiento lateral, ambientados en un mundo postapocalíptico tan triste como retorcido. Gracias a la colaboración entre Tesura Games y Serenity Forge, ahora podemos disfrutar de los juegos desarrollados por Dingaling Games – LISA: The Painful y LISA: The Joyful con una buena dosis de mejoras que los hacen más accesibles y completos que nunca.
LISA: The Painful – Definitive Edition
Esta edición incluye gráficos en alta definición, soporte para 120 FPS, nuevas pesadillas que pondrán a prueba tu resistencia emocional y combates más pulidos. Se han añadido también nuevas conversaciones junto a la hoguera entre los miembros del grupo, música inédita (incluyendo temas de LISA: The First), un reproductor musical dentro del juego, interfaz renovada con bordes personalizados, el modo “Sin Dolor” para quienes solo quieran centrarse en la historia… y, por supuesto, nuevos secretos por descubrir.
LISA: The Joyful – Definitive Edition
Al igual que The Painful, esta edición viene cargada de novedades: gráficos mejorados, modo a 120 FPS, batallas ajustadas, seis nuevos Señores de la Guerra, música nueva, modo “Sin Dolor”, interfaz renovada, y también un reproductor de música con temas de LISA: The First. Además, esconde nuevos misterios esperando a ser desenterrados.
¿Qué ofrece las ediciones físicas?
El próximo 25 de abril llega en formato físico LISA: Definitive Edition, disponible tanto para Nintendo Switch como para PlayStation 5. Se lanzará con dos ediciones diferentes para que cada jugador pueda elegir la que más se ajuste a su forma de disfrutar el juego.
La edición estándar incluye una hoja de pegatinas, la banda sonora descargable y una carátula reversible, esta última disponible solo en la versión para Nintendo Switch.
Por otro lado, la edición especial, llamada Decade of Joy Collection, está pensada para los verdaderos fans de la saga y viene cargada de contenido extra. Esta versión incluye ambos juegos, LISA: The Painful – Definitive Edition y LISA: The Joyful – Definitive Edition, junto a una hoja de pegatinas, la banda sonora descargable, una carátula reversible, una pintura sobre tela, una lámina de Terry Hintz, un set de cartas coleccionables, los pins dorados de Brad y Buddy con su correspondiente diorama, todo presentado en una caja de coleccionista.


En este análisis, se han utilizado capturas de las primeras horas de juego con el fin de evitar revelar detalles importantes de la trama o spoilers que puedan arruinar la experiencia para los jugadores.
Historia
Primero vamos a centrarnos en LISA: The Painful, para que puedas entender bien el contexto y conocer mejor su peculiar mundo. Una vez que tengamos claro lo que ocurre en esta primera parte, pasaremos a hablar un poco sobre su secuela directa, LISA: The Joyful, y cómo continúa esta extraña pero fascinante historia.
LISA: The Painful
Olathe es un lugar roto: seco, peligroso y completamente fuera de control tras un evento catastrófico conocido como “la Lluvia Blanca”, que acabó con todas las mujeres del planeta. Lo que queda de la humanidad sobrevive en un mundo sin esperanza, gobernado por la violencia, el abuso y la pérdida total de cualquier tipo de moral.
En este panorama desolador conocemos a Brad Armstrong, un hombre marcado por el dolor. Es un ex maestro de artes marciales que arrastra un pasado lleno de traumas, adicciones y decisiones que lo atormentan. Brad depende de una droga llamada Joy, que lo mantiene en pie anestesiando su cuerpo y su alma. Pero su vida da un giro inesperado cuando encuentra a una bebé abandonada: una niña en un mundo sin mujeres. Decide criarla en secreto y le pone de nombre Buddy.
Este gesto de amor lo cambia todo. Cuando Buddy desaparece, Brad se lanza a buscarla, iniciando un viaje que es tanto físico como emocional. Pero esto no es la típica historia del héroe rescatando a alguien querido. A lo largo de nuestra aventura, se nos obliga a tomar decisiones que realmente duelen, empujándote constantemente a cuestionar si lo que estás haciendo está bien… o si simplemente estás hundiéndote junto a Brad en su obsesión.

LISA: The Joyful
La segunda parte del juego nos pone en la piel de Buddy, ahora convertida en una adolescente. Después de todo lo vivido en LISA: The Painful, ella decide tomar las riendas de su destino. Rechaza el mundo roto que la rodea y emprende su propio camino, marcado por la rabia, la independencia y un deseo claro de cambiar las cosas. En una tierra sin normas ni esperanza, Buddy busca abrirse paso y crear un nuevo orden, uno en el que las mujeres puedan recuperar su lugar.
Buddy no es una heroína típica. Es fuerte, decidida y está cansada de que otros decidan por ella. Pero su determinación también la lleva por una ruta peligrosa, donde poco a poco comienza a parecerse a aquello contra lo que lucha. Su historia nos habla de cómo el trauma puede moldear a una persona, de lo difícil que es romper con el pasado, y de lo complejo que es encontrar una identidad propia cuando el mundo entero ha perdido el rumbo.

Jugabilidad
LISA: Definitive Edition es tan distintiva como su historia. Aunque a simple vista parece un RPG retro por turnos estilo EarthBound, debajo de esa estética pixelada se esconde una experiencia despiadada, emocionalmente intensa y brutalmente estratégica.
LISA: The Painful
Tras superar el tutorial, una introducción que ya deja claro el tono entre lo delirante, lo grotesco y lo trágico del mundo de LISA, el juego nos ofrece la posibilidad de elegir entre dos modos de dificultad. Por un lado, el modo Normal, que representa la experiencia clásica del juego con sus mecánicas refinadas, sus mejoras de calidad de vida y una curva de dificultad exigente pero accesible. Por otro lado, el modo Dolor, reservado para los jugadores que buscan una experiencia extrema. En este modo prácticamente todo cambia: los enemigos son más agresivos, los recursos más escasos, los combates más punitivos y el número de guardados se reduce drásticamente. Cada paso es una amenaza y cada error se paga con sangre. Es la forma más cruda de vivir LISA, donde el sufrimiento no solo es narrativo, sino también mecánico.

Exploración de Olathe
La exploración se hace en desplazamiento lateral, pero no te dejes engañar por lo simple que parece. Los escenarios están llenos de caminos alternativos, secretos bien escondidos, minijuegos rarísimos y zonas ocultas que solo los más curiosos podrán encontrar. A medida que avanzas, puedes reclutar hasta 30 personajes diferentes. Todos tienen algo único, pero no siempre estarán a tu lado: pueden morir o dejarte tirado, dependiendo de las decisiones que tomes.
Te vas a cruzar con todo tipo de situaciones extrañas: grupos de bandidos, cultos religiosos fuera de control, pueblos que parecen una broma de mal gusto y mazmorras retorcidas. Y lo mejor (o lo peor, según se mire) es que nada de lo que hagas pasa desapercibido. Cada decisión cuenta, y muchas veces no hay vuelta atrás.
No hay caminos fáciles ni promesas de finales felices. El juego te obliga a cargar con las consecuencias de tus actos tras tomar una serie de decisiones, y eso hace que todo lo que haces pese más. Es una experiencia cruda, sí, pero también muy honesta.

Sistema de combate por turnos… con un giro
A simple vista, el sistema de combate de LISA: The Painful puede recordar a clásicos como EarthBound o la saga Mother, pero esa semejanza dura poco. Este juego no busca ofrecerte una experiencia cómoda ni equilibrada. Todo lo contrario: quiere que sientas el sufrimiento, la tensión constante y el peligro real de perder algo valioso en cada enfrentamiento. Aquí no hay gloria en las batallas ni recompensas generosas al subir de nivel. Cada combate es una prueba de resistencia emocional. Nada se siente justo, y eso es completamente intencional.
Uno de los elementos más singulares es el sistema de «Input», especialmente en personajes como Brad. Los ataques especiales no se seleccionan desde un menú tradicional, sino que se ejecutan mediante combinaciones de botones o direcciones, como si estuvieras introduciendo comandos en un juego de lucha. Algunos combos los descubres al avanzar en niveles, pero otros solo emergen probando y memorizando movimientos por tu cuenta. No hay ayudas visuales dentro del combate, por lo que recordar cada combinación es parte del desafío, y parte del dolor.
A medida que luchamos y ganamos experiencia, los personajes subirán de nivel, mejorando sus atributos y, en muchos casos, desbloqueando nuevas habilidades de combate. Esto añade un pequeño pero importante componente de progresión en un mundo que constantemente intenta despojarte de todo. Además, podremos equipar a nuestros personajes con armas, armaduras y objetos especiales que iremos encontrando a lo largo del juego, permitiéndonos mejorar su rendimiento y adaptarlos ligeramente a nuestro estilo de juego. Sin embargo, incluso con estas mejoras, nunca deja que te sientas completamente seguro. Siempre hay algo que perder.

El peligro de consumir Joy
Joy es una droga sintética que provoca una sensación de euforia, calma el dolor físico, y mejora momentáneamente el rendimiento en combate. En un mundo destruido y sin esperanza, muchos personajes recurren a ella como único escape emocional. Pero lo que la hace especial es cómo afecta al jugador, al personaje y a la narrativa, todo al mismo tiempo.
Cómo funciona en la jugabilidad
- Beneficios:
Al consumir Joy, Brad obtiene mejoras inmediatas:- Aumento de ataque
- Posibilidad de usar ciertas habilidades especiales
- Cura parcial del estado físico y mental
- Consecuencias:
Si usas Joy con frecuencia, Brad se vuelve adicto. Y si no la toma después de cierto tiempo, entra en síntomas de abstinencia, lo que afecta severamente sus stats y habilidades en combate:- Daño reducido
- Menor precisión
- Estados alterados como «depresión» o «temblores»
- Incapacidad para concentrarse o usar algunas técnicas
- No es reversible:
Una vez adicto, no puedes dejar de depender de la Joy sin sufrir penalizaciones extremas… a menos que quieras enfrentar el juego con un Brad débil y desestabilizado.
LISA: The Joyful
Pasamos ahora a hablar de LISA: The Joyful, la secuela directa de The Painful que continúa la historia justo donde la dejó su predecesor. Aunque se trata de un DLC, ofrece una experiencia completa y enfocada, con un tono y una jugabilidad que marcan una evolución clara, tanto en mecánicas como en narrativa.

Buddy como protagonista solitaria
En esta entrega tomamos el control de Buddy, ya adolescente, quien asume el papel principal en un mundo que aún carga las cicatrices de los eventos anteriores. Las mecánicas básicas se mantienen: el combate por turnos, el sistema de combos tipo «input» y la crudeza emocional que caracteriza a la saga.
Sin embargo, aquí no puedes formar un grupo de aliados ni desarrollar estrategias de equipo como en The Painful. Todo recae en Buddy. No hay nadie que te cure, que reciba daño por ti o que te rescate de un error. Esta soledad mecánica refuerza su aislamiento narrativo y vuelve cada encuentro aún más tenso y significativo.
Estilo de combate ágil y frágil
Al igual que Brad, Buddy utiliza el sistema de comandos para ejecutar técnicas, pero su estilo es más ofensivo y directo. Sus ataques son más ágiles, diseñados para infligir daño rápido, aunque a costa de su resistencia. Es una luchadora más frágil, lo que obliga a jugar con más cuidado, midiendo cada movimiento y ataque.
Enfoque lineal y emocionalmente intenso
The Joyful es más corto y directo que su antecesor. La exploración es limitada, con menos caminos alternativos y un enfoque mucho mayor en la progresión lineal.
Es un recorrido marcado por enfrentamientos clave, cargado de momentos narrativos fuertes que cierran arcos importantes del primer juego. Aquí la estructura se siente casi como una sucesión de jefes, sin tanto tiempo para desviaciones, pero con un enfoque emocional más condensado e intenso.
La cruzada contra los Señores de la Tierra
Una de las misiones centrales del juego gira en torno a los llamados “Señores de la Tierra”, figuras de poder a las que Buddy busca derrocar como parte de su objetivo por reescribir el orden del mundo.
Esta cruzada la enfrenta no solo a enemigos físicos, sino también a la idea misma de qué significa cambiar un sistema violento. ¿Está creando algo nuevo, o simplemente repitiendo el mismo ciclo de destrucción con otra cara?
La Joy como símbolo de ruptura
Finalmente, uno de los cambios más simbólicos tiene que ver con la droga Joy. A diferencia de Brad, Buddy no cae en la adicción. Esto representa una ruptura con el pasado y con la figura paterna que tanto la marcó.
Sin embargo, también resalta su aislamiento: no tiene consuelo químico, no tiene compañeros, no tiene red de apoyo. Solo tiene su voluntad y su rabia como armas. Esa elección, aunque empoderadora, también la deja expuesta, frágil, sola.
Audiovisual
A pesar de tener una apariencia simple, con gráficos pixel art de baja resolución y animaciones limitadas, logra transmitir muchísimo a través del estilo visual, la dirección artística y el diseño de personajes y entornos.

El juego utiliza un estilo retro minimalista, con sprites pequeños, animaciones básicas y fondos planos. Pero lo que parece simple o “feo” al principio, pronto se revela como una elección estética muy consciente:
- Los colores son apagados, terrosos y áridos, reflejando la desolación de Olathe.
- Hay un uso agresivo del contraste cromático para señalar momentos violentos o grotescos (rojos intensos, negros puros, rosa chillón de la Joy).
- Las animaciones, aunque toscas, son impactantes: una caída, un golpe, un grito… todo está exagerado y a la vez contenido, lo que genera una sensación incómoda pero efectiva.
Cada personaje, desde los protagonistas hasta los NPCs, tiene un diseño que roza lo ridículo, lo deforme o lo trágico.
- Personajes sin brazos, con máscaras, deformidades, prótesis o expresiones desquiciadas.
- Muchos son caricaturescos, pero siempre con un toque de humanidad triste, como si todos fueran víctimas de algo que los rompió.
- El diseño no busca ser bonito: busca que te incomodes, te acuerdes de ellos y te preguntes qué les pasó.
- El mundo de Olathe está lleno de lugares extraños, desolados y opresivos. Aunque técnicamente son simples (un fondo plano, unos objetos interactivos), se componen con una gran carga emocional:
- Paisajes muertos, pueblos abandonados, cuevas oscuras, ríos de sangre o aceite, puentes rotos, campos de cadáveres…
- Las zonas cambian con el estado emocional del juego. A veces son absurdas y llenas de color falso, otras veces completamente vacías o con distorsiones visuales.
Esa ausencia de belleza no es un fallo, sino parte del discurso visual: no hay esperanza, no hay luz. Solo ruinas, cicatrices y decadencia.
La banda sonora fue compuesta por Widdly 2 Diddly (Dingaling, el propio creador) y otros colaboradores. Está llena de contrastes: hay pistas glitch, electrónicas, jazzeras, ruido ambiental, lo-fi y melodías melancólicas que parecen sacadas de un sueño malo.
- Algunos temas suenan como si estuvieran rotos, distorsionados o fuera de tono.
- Otros son extrañamente pegajosos o absurdos, como si burlaran al jugador.
- En momentos emocionales clave, la música puede volverse mínima y profundamente triste, con apenas unas notas flotando en el vacío.
LISA también sabe cuándo no sonar. Hay escenas enteras en completo silencio, lo que hace que cualquier efecto, respiración o golpe se sienta brutal.
El silencio, en este juego, pesa. Es incómodo, reflexivo y a veces más agresivo que la música.
- Caminos sin música.
- Diálogos dramáticos en total silencio.
- Espacios que te obligan a escuchar tus propios pasos, o un chillido lejano.
Los efectos de sonido también siguen el tono visual del juego:
- Golpes secos, crujidos, chillidos animales, sonidos que parecen mal grabados o distorsionados.
- Algunos menús suenan como si fueran máquinas oxidadas.
- Las risas, gritos o susurros de ciertos personajes se sienten demasiado reales o fuera de lugar, lo que potencia el malestar general.
Todo está diseñado para perturbar, no confortar.
Duración
LISA: The Painful y LISA: The Joyful, puede rondar las 30 horas o más, dependiendo de lo que busques. Si decides explorar todos los secretos, reclutar a todos los personajes, enfrentarte a jefes opcionales y explorar caminos alternativos, la experiencia puede extenderse aún más. Además, el hecho de que ambos juegos tengan varios finales hace que la rejugabilidad sea un factor importante, ya que las decisiones que tomes a lo largo del juego pueden cambiar drásticamente el destino de los personajes y el rumbo de la historia.
Conclusión
LISA: The Painful y su secuela The Joyful no son juegos para todo el mundo, y eso es precisamente lo que los hace tan especiales. Son experiencias que rompen con lo tradicional, que te incomodan, te desafían y te dejan pensando mucho después de apagar la pantalla.
Si buscas algo distinto, algo que no te trate con suavidad pero sí con honestidad, algo que no se olvida fácilmente, entonces LISA es una experiencia que vale cada golpe, cada lágrima y cada decisión difícil.
Lo mejor
- Una historia devastadora, incómoda y profundamente humana.
- Desde Brad hasta los secundarios más bizarros, todos están llenos de personalidad.
- Gráficos simples pero con intención, y un diseño grotesco.
- Una banda sonora variada que te pone nervioso.
- El juego no perdona: las elecciones importan, y a veces no hay una opción “correcta”.
Lo peor
- Algunas secciones pueden sentirse demasiado duras o punitivas, especialmente en el modo Dolor.
- Algunas zonas del mapa se sienten similares o vacías.
- La presentación visual puede espantar a quienes esperan algo más pulido.
