Primeras impresiones en Kingdom Come Deliverance II

Tras conquistar a millones de jugadores con su realismo histórico y narrativa inmersiva, Kingdom Come: Deliverance se convirtió en un referente de los RPG medievales. Ahora, Warhorse Studios está listo para llevarnos a la Bohemia del siglo XV con Kingdom Come: Deliverance II. Una secuela que promete superar a su predecesor con una jugabilidad más refinada, una historia más ambiciosa y un mundo aún más detallado.

Con su lanzamiento programado para el próximo 4 de febrero de 2025 en formato físico y digital para PlayStation 5, Xbox Series X|S y PC gracias a Plaion España, la espera por Kingdom Come: Deliverance II está cada vez más cerca de terminar. Mientras contamos los días, os traemos un pequeño adelanto de lo que os espera en este ambicioso título.

Una historia de amor y venganza

Ambientado en la Bohemia del siglo XV, esta nueva entrega nos sumerge de lleno en la historia de Henry, un humilde hijo de herrero cuyo destino lo lleva a convertirse en un improbable héroe. Tras los trágicos eventos ocurridos en el primer juego, Henry se ve arrastrado a una guerra civil que desgarrará su tierra natal y pondrá a prueba su valentía, su lealtad y su deseo de justicia.

Ahora, en medio del caos, Henry deberá enfrentarse a una amenaza aún mayor: el ambicioso emperador del Sacro Imperio Romano, Segismundo, y sus poderosos aliados. Lo que comienza como una búsqueda personal por redención y justicia pronto se transforma en una lucha por la libertad y la supervivencia.

A lo largo de su travesía, Henry no solo se cruzará con figuras históricas y eventos trascendentales, sino que también deberá tomar decisiones que afectarán el destino de quienes lo rodean. En esta nueva entrega, el joven herrero se enfrenta no solo a enemigos externos, sino también a dilemas morales que pondrán a prueba su carácter y definirán el hombre en el que se convertirá.

Gran ambientación

Kingdom Come: Deliverance II nos lleva de nuevo al siglo XV, específicamente a la región de Bohemia, en el corazón del Sacro Imperio Romano. Este es un período lleno de agitación, donde la política está dominada por luchas internas y el conflicto entre facciones rivales. En este escenario tan complicado, el juego se enfoca en mostrar la historia de manera realista, capturando no solo los eventos históricos, sino también la vida cotidiana de las personas y el entorno que las rodea.

La ambientación del juego es increíblemente detallada, con un mundo lleno de campos, bosques y aldeas. Aquí, la vida de los habitantes parece simple pero, a la vez, siempre está marcada por el peligro, ya sea por la guerra o por las disputas por el poder. Aunque el paisaje es natural y parece tranquilo, el contexto histórico está constantemente presente en cada rincón, recordándonos que estamos en medio de una época convulsa.

Los desarrolladores han hecho un esfuerzo por asegurarse de que todo, desde las ciudades hasta las pequeñas aldeas y los paisajes naturales, sea lo más auténtico posible. Se basaron en mapas históricos y documentos de la época para diseñar cada lugar, lo que aporta una sensación de realismo impresionante. El juego también juega con el paso del tiempo, mostrando cómo cambia el entorno con el día y la noche, y cómo las estaciones del año afectan tanto la atmósfera como las misiones que realizamos.

Más profundidad en el combate y más realismo

El combate sigue siendo una de las partes más destacadas del juego, manteniendo la esencia de su predecesor con el sistema de «direcciones de golpe» pero más dinámico y realista. A diferencia de otros juegos de acción, aquí los combates no se resuelven simplemente presionando botones sin pensarlo. Al contrario, exige de mucha más habilidad y estrategia, además de un buen conocimiento sobre las técnicas de combate medieval.

El equipo y las armaduras también juegan un papel mucho más importante en esta entrega. Los materiales con los que está hecha una armadura afectan cómo responden los golpes, y algunos pueden incluso rebotar dependiendo del ángulo y la fuerza del impacto.

Una lengua afilada

El sistema de elecciones y diálogos en Kingdom Come: Deliverance II ha dado un gran paso adelante, ofreciendo una experiencia mucho más dinámica e inmersiva que en el primer juego. Mientras que la entrega anterior presentaba opciones de diálogo más simples y, en muchos casos, lineales, esta secuela ha implementado un sistema mucho más complejo que tiene en cuenta no solo lo que dices, sino también cómo te presentas ante los demás.

Por ejemplo, el simple hecho de estar bien vestido puede influir notablemente en cómo los demás personajes te perciben y reaccionan. Si vas vestido como un caballero, con una armadura reluciente y un porte digno, es mucho más probable que los NPCs te traten con respeto y te crean, incluso si las circunstancias de la conversación no son favorables. En cambio, si te presentas en harapos de campesino, las reacciones serán completamente diferentes. La gente podría dudar de tu palabra, mostrarte desconfianza o incluso rechazar tu presencia por completo.

Este tipo de detalles realmente profundiza la experiencia, porque las elecciones no se limitan solo a lo que eliges decir, sino también a cómo influye tu apariencia y tu estatus social en la interacción. Las decisiones que tomes pueden tener consecuencias en el largo plazo, no solo para las misiones en las que estás involucrado, sino también para las relaciones con otros personajes.

¿Un simulador de época?

Como ya hemos comentado, Kingdom Come: Deliverance II tiene como objetivo ofrecer una experiencia lo más realista posible, y aunque el protagonista es ficticio, su historia encaja perfectamente con la ambientación y los eventos históricos de la época. La manera en que el juego logra fusionar la ficción con hechos históricos es notable, lo que le otorga una sensación de autenticidad que no todos los títulos logran.

Eso sí, como ocurre en muchos juegos de gran envergadura, no está exento de algunos pequeños errores o detalles que requieren pulirse. Hemos notado fallos menores, como problemas con las texturas o la sincronización de algunas escenas, sobre todo en el doblaje al castellano. Estas son cosas que suelen corregirse en los primeros parches, y no son elementos que afecten gravemente la jugabilidad ni la experiencia general. Es algo común en los lanzamientos de grandes títulos y, por suerte, es algo que suele solucionarse en poco tiempo con actualizaciones.

Lo importante es que estos pequeños detalles no empañan lo que promete ser una experiencia bastante enriquecedora. La inmersión histórica, las interacciones detalladas y la jugabilidad mejorada hacen que Kingdom Come: Deliverance II sea un título que, a pesar de sus fallos iniciales, sigue siendo prometedor y que con los ajustes adecuados, puede ofrecer una experiencia impresionante para los jugadores. Así que si estás pensando en embarcarte en esta aventura medieval, no dejes que esos detalles menores te desmotiven. Con el parche de lanzamiento, se espera que el juego alcance el nivel de calidad que todos esperan.

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